Inmortal

Has vuelto para verme

para permitirme que te pregunte.

Vienes de lejos con sed, 

con las manos llenas de lo que necesito.

Te pregunto por el lugar que habitas

y por si allá se olvidan los hechos pasados.

Ahora soy yo quien te explica

que desde que te fuiste

he ido precintando tus lugares favoritos.

Tu lugar en la mesa,

los parques de mi infancia donde aún sigue mi bicicleta,

el asiento del coche familiar, 

las avenidas de las ciudades estivales, 

la mano pequeña de mamá 

los ojos redondos de mi adolescencia. 

Me sugieres que corte el adhesivo

y que permita el paso 

pero tengo la convicción de que nadie

llega ahí de manera voluntaria. 

Que la reserva del espacio 

te mantiene intacto. 

Así de joven te aproximas a mí

y besas mi frente como solías. 

Y así de niña recibo el beso hirviente

que sana y cierra.

Ahora me avergüenza revelarte mi secreto, 

tal vez porque su custodia me envilece. 

O porque te involucra

y contradice tu enseñanza de vida :

Desde que te fuiste 

dejé de ser inmortal. 

Ilustración de Elizabeth Rodríguez Checa

3 respuestas a “Inmortal

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