Cerca eres tú, y yo. Nosotros.
Lejos eres tú
o yo.
Poco equilibrio en esta distancia
marcada por el
silencio
que me obstino en molestar con
ruido.
Ruido de coches y de sus motores encendidos,
gritos de vecinos ardiendo,
aullidos de mensajeros sin agenda de reparto,
silbidos de ratas desorientadas
en sus alcantarillas ciegas,
gemidos de huesos quebrados,
locos al aire que chascan los dientes
puestos al sol.
Tú
Yo
El ruido
Trinidad inexacta y beata
para una atea a la que nadie
ha oído rezar.
