Lo es tratar de prescindirte,
de echarte a un rincón y amarte allí.
Exiliado.
Lo es aparcarte donde casi nadie pisa.
Es pertinente,
a veces
aniquilarte
y en cada rato de tu muerte
traerte vivo a este otro lado.
Es necesario volatilizarte
y en cada uno de tus vuelos
elevarnos contigo.
Desde arriba, dicen
todo es más pequeño.
También la muerte
y sus colaterales afectos.
